Getafe apoya convertir la antigua Dirección General de Seguridad en lugar de memoria
Un paso hacia el reconocimiento de las víctimas del franquismo en la Puerta del Sol
GETAFE/ 17 NOVIEMBRE 2024/.- El Pleno del Ayuntamiento ha recibido con emoción y gratitud las intervenciones de Rosa María García Alcón y Julio Pacheco Yepes, dos supervivientes de la represión franquista. Ambos participaron en la solicitud formal de resignificar la antigua Dirección General de Seguridad (DGS), situada en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol, como lugar de memoria democrática.
La historia de la Puerta del Sol, uno de los enclaves más emblemáticos de Madrid, guarda un oscuro capítulo que merece ser contado. Durante el franquismo, la Real Casa de Correos albergó la temida Dirección General de Seguridad, un centro de detención, interrogatorio y tortura gestionado por la Brigada Político-Social. Decenas de miles de personas pasaron por sus celdas, sufriendo malos tratos y vejaciones por el simple hecho de luchar por derechos hoy fundamentales: libertad de expresión, asociación y pensamiento.
En sus intervenciones, Rosa María García y Julio Pacheco relataron con valentía las atrocidades vividas en primera persona. Rosa María, detenida a los 18 años, evocó las torturas perpetradas por agentes como Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño. “Ese lugar representa el dolor de quienes defendimos las libertades democráticas. Su historia no puede permanecer oculta”, afirmó. Por su parte, Julio Pacheco, detenido a los 19 años y sometido a torturas durante una semana, destacó la importancia de dar visibilidad a estos hechos: “Exigimos que la Casa de Correos sea reconocida como lugar de memoria, en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática de 2022”.
Ambos testimonios son parte de un esfuerzo colectivo liderado por la Plataforma de Madrid por la Resignificación de la Casa de Correos. Este movimiento busca no solo colocar una placa que recuerde los horrores vividos en la DGS, sino también generar conciencia sobre la importancia de preservar la memoria histórica.
El apoyo a esta iniciativa se enmarca en la Ley de Memoria Democrática, que subraya la necesidad de reconocer y reparar el daño sufrido por las víctimas de la dictadura franquista. Como destacó Julio Pacheco, su querella por torturas, admitida a trámite en febrero de 2023, representa un hito judicial en España, donde aún persisten trabas para procesar los crímenes del franquismo.
La declaración de este espacio como lugar de memoria no es solo un acto simbólico; es un compromiso para que las nuevas generaciones conozcan el pasado, reparen el dolor de las víctimas y garanticen que jamás se repitan atrocidades similares. En palabras de Rosa María García: “Esa memoria no solo es nuestra, es de toda la ciudadanía. Es un conocimiento y un reconocimiento que debemos preservar”.
Con esta aprobación, Madrid da un paso crucial hacia el reconocimiento del sufrimiento de quienes lucharon por la democracia, convirtiendo un lugar de represión en un símbolo de libertad y justicia.