100 años del histórico vuelo del autogiro de Juan de la Cierva entre Cuatro Vientos y Getafe
El 12 de diciembre de 1924, el ingeniero murciano marcó un hito en la aviación con un recorrido de 14 kilómetros en su revolucionaria aeronave, consolidando a Getafe como parte de la historia de la aeronáutica
GETAFE/ 13 DICIEMBRE 2024.- Ayer se cumplieron cien años de un acontecimiento que marcó un antes y un después en la historia de la aviación. El 12 de diciembre de 1924, el autogiro, inventado por el ingeniero español Juan de la Cierva y Codorníu, realizó su primer vuelo entre el aeródromo de Cuatro Vientos y el de Getafe. Este trayecto, de aproximadamente 14 kilómetros, fue una demostración del ingenio técnico y del potencial de su invención, que sentaría las bases para el desarrollo de los helicópteros modernos.
Juan de la Cierva nació en Murcia en 1895, hijo del destacado abogado y político Juan de la Cierva y Peñafiel, quien ocupó importantes cargos como ministro y alcalde de Murcia, y nieto del ingeniero Ricardo Codorníu, conocido como el «apóstol del árbol» por su labor en la reforestación. Desde joven, De la Cierva mostró un interés extraordinario por la aviación, construyendo pequeños modelos voladores junto a su amigo Tomás de Martín-Barbadillo. Posteriormente, se graduó en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, aunque su verdadera pasión siempre fue la aeronáutica.
El autogiro, diseñado para combinar las ventajas del avión y del helicóptero, fue la respuesta de De la Cierva a los problemas de estabilidad en vuelo. Su primer éxito significativo llegó en 1923, y un año después, el vuelo entre Cuatro Vientos y Getafe consolidó su reputación como inventor visionario.
La trayectoria de Juan de la Cierva estuvo marcada por hitos técnicos y también por controversias. Durante la Guerra Civil Española, prestó apoyo al bando sublevado en la adquisición del avión Dragon Rapide, clave en el traslado del dictador Francisco Franco desde Canarias a Marruecos para liderar el golpe militar. Aunque nunca habló directamente con Franco, documentos posteriores, incluidos testimonios y correspondencias, evidencian su implicación en el golpe de Estado.
De la Cierva falleció trágicamente en un accidente aéreo en 1936, pero su legado perdura. En 1954, se le otorgó a título póstumo el título de Conde de la Cierva. Su autogiro no solo revolucionó la aviación, sino que también consolidó la importancia histórica de Getafe como enclave aeronáutico.
En este centenario, se recuerda con admiración su ingenio y se reflexiona sobre las luces y sombras de una figura que, pese a las polémicas, dejó una huella imborrable en la aviación mundial.