Educación

La educación pública al límite: la exigencia de más recursos para las universidades de Madrid

Dos estudiantes de la Universidad Carlos III de Madrid, Javier y Luna, alzan la voz en el Ayuntamiento de Getafe para denunciar la precariedad de las universidades públicas y exigir una financiación justa.

GETAFE/ 23 DICIEMBRE 2024.- En el último pleno del Ayuntamiento de Getafe, Javier y Luna, dos estudiantes de la Universidad Carlos III, expusieron con firmeza y claridad una problemática que afecta no solo a su alma mater, sino al conjunto de las universidades públicas de la Comunidad de Madrid. Armados con datos contundentes y la determinación de quienes viven esta realidad, denunciaron el abandono financiero al que se enfrenta la educación superior pública, contrastándolo con los recursos cedidos a las universidades privadas.

“La educación pública está muriendo en la Comunidad de Madrid”, declaró Javier en su intervención, refiriéndose al artículo 27 de la Constitución Española, que consagra el derecho a la educación. A pesar de que tres de las siete mejores universidades de España están en Madrid, según el U-Ranking, la inversión pública por estudiante es 1.500 euros inferior a la media nacional. “Gastamos un 40% menos que otras comunidades como el País Vasco”, añadió, dejando claro que esta situación no es casualidad, sino el resultado de decisiones políticas que priorizan lo privado sobre lo público.

Universidades en crisis: cifras que alarman

El relato de Javier y Luna pintó un panorama desolador. Mientras 1.596.151 metros cuadrados han sido cedidos a universidades privadas, las públicas enfrentan un deterioro alarmante: la Universidad Complutense debe 65 millones de euros y más del 70% de sus edificios necesitan reformas urgentes. En la última década, Madrid ha visto cómo 5.000 investigadores y educadores han emigrado, en busca de mejores oportunidades.

En el caso concreto de la Universidad Carlos III, las obras de un edificio de la Facultad de Biomedicina en el campus de Getafe, iniciadas en 2021, aún no han concluido. Este retraso es solo una de las manifestaciones del déficit presupuestario que, según Javier, asciende a 153 millones de euros. A pesar de que tras diversas protestas se consiguió un aumento del 4% en los presupuestos, este incremento resulta claramente insuficiente para abordar las necesidades reales de las instituciones.

La lucha de los estudiantes

Luna recordó que los estudiantes ya están viendo las consecuencias de esta precariedad en su día a día: la reducción de servicios, como las horas de apertura de las bibliotecas, y la disminución de recursos como el espacio en Google Drive, son síntomas de un problema mayor. “¿Qué será lo siguiente? ¿La subida de precios en las cafeterías? ¿El aumento de las matrículas? ¿La desaparición de grados?”, se preguntó, reflejando la incertidumbre que vive la comunidad universitaria.

A pesar de todo, la Carlos III ha intentado plantar cara a esta situación. Tanto el rectorado como las delegaciones estudiantiles han formado un frente común para exigir un aumento presupuestario del 18%, el mínimo necesario para garantizar la competitividad de las universidades públicas. Sin embargo, los esfuerzos hasta ahora han sido insuficientes.

Un llamado al Ayuntamiento de Getafe

En su intervención, Javier y Luna hicieron un llamado urgente a los integrantes del pleno municipal de Getafe para que defiendan las universidades públicas, especialmente la Carlos III, que forma parte fundamental del tejido educativo y social de la ciudad. “Hoy hemos sido nosotros quienes hemos hablado, pero podríamos haber sido cualquiera de los 24.640 estudiantes que vivimos esta realidad”, concluyeron.

La defensa de la educación pública no es solo una cuestión presupuestaria, sino un compromiso con la igualdad y la libertad de todos los ciudadanos. Desde las aulas de la Carlos III hasta el pleno del Ayuntamiento de Getafe, la lucha apenas comienza. La comunidad universitaria necesita más que nunca el apoyo de sus instituciones y de toda la sociedad para garantizar un futuro en el que la educación pública siga siendo un pilar de progreso.

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