El Gobierno de Ayuso oficializa el fin del ‘chiringuito’ de Toni Cantó
La Oficina del Español queda integrada en la Dirección General de Patrimonio Cultural tras años de polémica y escasa actividad
GETAFE/ 02 ENERO 2025.– El Ejecutivo madrileño ha confirmado la desaparición oficial de la Oficina del Español, un departamento creado en 2021 bajo la dirección de Toni Cantó con el objetivo de promocionar la lengua española desde la Comunidad de Madrid. La oficina, que nació con una fuerte carga mediática y política, ha pasado en los últimos años a un papel residual hasta su disolución formal este mes de diciembre.
La desaparición de esta área quedó reflejada en los Presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2025, donde no se le asignó una partida específica. En su lugar, sus competencias se han integrado completamente en la Dirección General de Patrimonio Cultural, bajo el mando de Bartolomé González Jiménez. Este cambio se formalizó oficialmente el pasado 10 de diciembre, cuando el consejero de Cultura, Mariano de Paco, eliminó la duplicidad de cargos que existía hasta entonces.
El último director de la Oficina, Ramiro Villapadierna, asumió el cargo tras la salida de Toni Cantó en septiembre de 2022. Durante su gestión, que se prolongó hasta diciembre de 2023, Villapadierna percibió un salario anual de 78.708,94 euros. Sin embargo, su labor pasó prácticamente desapercibida en comparación con los meses iniciales de la oficina bajo el liderazgo mediático de Cantó.
La Oficina del Español fue creada por Isabel Díaz Ayuso con la intención de potenciar el español como motor económico, cultural y turístico en la región. Sin embargo, su utilidad y eficacia han sido cuestionadas repetidamente por los partidos de la oposición, que la calificaron como un «chiringuito político» destinado a beneficiar a un aliado del Partido Popular.
Con el cierre definitivo de la Oficina del Español, se pone fin a uno de los proyectos más controvertidos del Gobierno de Ayuso. Aunque sus funciones serán absorbidas por Patrimonio Cultural, queda en el aire si este cambio logrará dar más relevancia a las políticas de promoción del español en la Comunidad de Madrid o si, por el contrario, supondrá su completa desaparición de la agenda política regional.