Ciudades que respiran: El éxito de las zonas de bajas emisiones en la lucha contra la contaminación
Modelos como Madrid, Barcelona y otras urbes europeas demuestran que restringir el tráfico mejora significativamente la calidad del aire y la salud pública.
GETAFE/06 ENERO 2025.- En los últimos años, las zonas de bajas emisiones (ZBE) se han convertido en una herramienta clave para combatir la contaminación en las ciudades europeas. Ciudades como Madrid, Barcelona, Londres o Milán han implementado con éxito estas áreas restringidas al tráfico más contaminante, logrando resultados notables en la calidad del aire y en la salud de sus habitantes.
En Madrid, la implantación de Madrid Central redujo en un 20% los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en el área afectada. Por su parte, Barcelona, con su red de ZBE, ha logrado disminuir las emisiones de NO2 en más de un 15% desde su puesta en marcha en 2020.
El éxito de estas medidas no solo se refleja en los datos ambientales, sino también en beneficios para la salud pública. Estudios realizados en estas ciudades muestran una reducción en los ingresos hospitalarios por enfermedades respiratorias y cardiovasculares, especialmente entre los grupos más vulnerables como niños y personas mayores.
A nivel europeo, ciudades como Londres han apostado por la Ultra Low Emission Zone (ULEZ), un modelo aún más restrictivo que ha permitido reducir en un 44% las concentraciones de NO2 desde su implementación.
Los expertos coinciden en que las ZBE son solo una pieza más del complejo rompecabezas de la movilidad urbana sostenible, pero su impacto es innegable. La combinación de restricciones al tráfico, fomento del transporte público y la movilidad activa son claves para transformar las ciudades en espacios más habitables y saludables.
El desafío ahora para otras ciudades, como Getafe, es adaptar estos modelos exitosos a sus realidades locales, priorizando siempre el bienestar de sus ciudadanos y la protección del medio ambiente.