“El Cerro de los Ángeles se ha convertido en un escenario para desarrollar eventos que nada tienen que ver con la naturaleza“
Cristian García Bravo, biólogo y fundador de la Asociación para el Seguimiento de la Biodiversidad de Getafe, analiza el valor ecológico del Cerro de los Ángeles, su historia y los desafíos que enfrenta debido a la intervención humana.
GETAFE/ 06 ENERO 2025.- P: Buenos días, Cristian. Nos encontramos en el Cerro de los Ángeles, un espacio emblemático de Getafe. ¿Cuál es el valor natural que tiene este entorno?
R: Buenos días. El Cerro de los Ángeles es conocido por su pinar, pero es importante destacar que no se trata de una reforestación natural, sino de una plantación humana. Originalmente, este cerro, asentado sobre suelos yesíferos, albergaba comunidades vegetales muy singulares, con coscojares y matorrales adaptados a la salinidad del suelo. Estas comunidades son tan especiales que, para encontrar algo similar, tendríamos que ir a ecosistemas cercanos como Rivas o Arganda.
P: ¿Qué impacto han tenido las plantaciones en este ecosistema?
R: Las plantaciones de pino carrasco han alterado significativamente el equilibrio natural. Los suelos yesíferos tienen características extremas: son salinos, retienen poca agua y no permiten el crecimiento de árboles de forma natural. Las plantas autóctonas son extremadamente adaptadas a estas condiciones, pero al introducir un pinar, se modifican estas características y desaparecen las comunidades originales, quedando relegadas a zonas no plantadas o con claros naturales.
P: ¿Cómo afecta esto a la fauna del Cerro?
R: Aunque la masa forestal aporta refugio a aves forestales, la fauna autóctona depende en gran medida de las zonas abiertas. Allí prosperan reptiles, insectos y aves que necesitan matorrales y hierbas para alimentarse o anidar. Además, las zonas de claros permiten que las aves puedan emitir sus cantos con mayor alcance, algo esencial para atraer a sus parejas.
P: Sabemos que vuestra asociación tiene un proyecto de cajas nido. ¿En qué consiste?
R: Así es. Desde hace dos años instalamos cajas nido construidas con materiales reciclados, principalmente palets. Los pinares, al ser jóvenes y de madera compacta, no generan oquedades naturales para que las aves puedan anidar. Las cajas nido compensan esta ausencia y facilitan la reproducción de especies que dependen de estos refugios.
P: ¿Cómo afecta el uso público y los eventos deportivos al ecosistema?
R: El uso recreativo del Cerro es constante y, en ocasiones, problemático. Las zonas abiertas son las más afectadas por la erosión, el paso de bicicletas fuera de los senderos y otros usos inadecuados. Eventos deportivos, como campeonatos de campo a través, generan un impacto adicional. Las carreras atraviesan hábitats sensibles, fragmentándolos, y las molestias a la fauna, como en el caso de aves que anidan, pueden ser críticas.
P: ¿Qué mensaje final lanzarías a la ciudadanía de Getafe?
R: Es fundamental que valoremos y comprendamos el verdadero patrimonio natural del Cerro de los Ángeles. No se trata solo de un espacio recreativo, sino de un ecosistema único que necesita ser protegido. El respeto por estos entornos empieza por pequeñas acciones individuales, como no dejar basura, respetar los senderos y entender que estos espacios no son meros escenarios para eventos. Además, sería deseable una mayor implicación por parte de las administraciones en la conservación y educación ambiental de este entorno tan valioso.
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