Zonas de bajas emisiones: el modelo de Pontevedra que inspira a toda España
La ciudad gallega ha demostrado cómo restringir el tráfico mejora la calidad del aire, fomenta la vida urbana y reduce la contaminación acústica, un ejemplo que Getafe podría seguir
GETAFE/08 FEBRERO 2025.– En la lucha contra la contaminación y el cambio climático, las zonas de bajas emisiones (ZBE) se han convertido en una herramienta clave para las ciudades que buscan mejorar la calidad de vida de sus vecinos. En España, el caso de Pontevedra ha ganado reconocimiento internacional por sus resultados sobresalientes tras implementar esta medida hace más de dos décadas.
Desde el año 1999, la ciudad gallega limitó el tráfico en el centro urbano y estableció amplias zonas peatonales. Las cifras hablan por sí solas: una reducción del 70 % en las emisiones de CO₂ en el área urbana, una mejora significativa en la calidad del aire, y la práctica eliminación de los accidentes de tráfico con víctimas mortales en el centro. A esto se suma una notable disminución de la contaminación acústica, lo que ha transformado a Pontevedra en un lugar más agradable para vivir y trabajar.
Además, las ZBE no solo benefician al medio ambiente, sino también al comercio local. Las calles sin coches han potenciado la vida social y el turismo, atrayendo a visitantes que disfrutan de una experiencia urbana libre de humos y ruido. Esta fórmula ha convertido a Pontevedra en un referente europeo y en un modelo para otras ciudades españolas, incluida Getafe.
Con la reciente ley que obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a implantar ZBE antes de 2025, Getafe se enfrenta al desafío de implementar estas medidas en su territorio. La experiencia de Pontevedra demuestra que estas iniciativas no solo son posibles, sino que también pueden ser altamente exitosas si se combinan con una planificación urbana adecuada, una apuesta decidida por el transporte público y el respaldo de la ciudadanía.
La transformación de Pontevedra es un recordatorio de que reducir la dependencia del coche no solo es una necesidad ambiental, sino una oportunidad para construir ciudades más habitables y sostenibles. ¿Será Getafe la próxima en liderar este cambio?