Cada vecino genera 467 kg de basura al año y se recicla 1% menos que el año anterior
Las cantidades depositadas en vertederos aumentaron 3,4 puntos porcentuales, mientras que el reciclado y el compostaje disminuyeron en un 1 % y 2,6 % respectivamente
GETAFE/ 25 ENERO 2025.- Según el informe «Perfil Ambiental de España 2023» es un informe elaborado por el Gabinete de la Subsecretaría del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico la economía circular se ha convertido en un concepto clave para enfrentar los retos ambientales y económicos del siglo XXI. Este modelo busca cerrar los ciclos de vida de los productos, minimizando el uso de recursos naturales y reduciendo la generación de residuos. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, España enfrenta desafíos significativos en la implementación efectiva de esta transición, como lo demuestran los datos más recientes sobre gestión de residuos y uso de materiales.
En 2022, la generación de residuos municipales por habitante en España se mantuvo en 467 kg/hab, sin cambios respecto al año anterior. Aunque el tratamiento de residuos ha evolucionado en la última década hacia opciones más sostenibles, como el reciclaje y el compostaje, esta tendencia sufrió un retroceso en el último año. Las cantidades depositadas en vertederos aumentaron 3,4 puntos porcentuales, mientras que el reciclado y el compostaje disminuyeron en un 1 % y 2,6 % respectivamente. Este revés contrasta con la necesidad urgente de priorizar prácticas más sostenibles para mitigar los impactos ambientales.
Uno de los indicadores clave en la economía circular es la tasa de circularidad, que mide el porcentaje de materiales recuperados e incorporados nuevamente en los procesos productivos. En España, esta tasa alcanzó un 7,1 % en 2022, mejorando levemente respecto al año anterior (0,2 puntos porcentuales), pero aún lejos del promedio europeo del 11,5 %. Países Bajos, líder en este ámbito, registra una tasa del 27,5 %, evidenciando la distancia que separa a España de los países más avanzados en circularidad.
En términos de consumo nacional de materiales, España mostró un descenso significativo del 4,4 %, situándose en 419,2 millones de toneladas. El consumo per cápita también disminuyó un 5,3 %, alcanzando las 8,8 toneladas por habitante. Este dato positivo se complementa con un aumento del 10,6 % en la productividad de materiales, marcando el valor más alto de la última década con 2.845,6 euros generados por tonelada de material consumido.
No obstante, la extracción nacional sigue siendo el principal componente del consumo de materiales, representando el 83,6 % del total en 2022. La extracción de minerales no metálicos y biomasa, que juntos constituyen más del 90 % de los materiales extraídos, disminuyó un 3,9 % y un 13,2 % respectivamente. Este cambio sugiere un movimiento hacia una menor dependencia de recursos naturales, aunque aún queda un largo camino por recorrer.
España también ha logrado avances en la intensidad de materiales, que mide la cantidad de materiales necesarios para generar una unidad de riqueza económica. En 2022, esta intensidad disminuyó un 9,6 %, reflejando una mayor eficiencia en el uso de recursos. El panorama actual muestra luces y sombras en el camino hacia la economía circular. Si bien los indicadores de productividad y consumo de materiales presentan mejoras, los retrocesos en la gestión de residuos y la baja tasa de circularidad ponen de manifiesto la necesidad de políticas más ambiciosas.
La transición hacia este modelo no solo es crucial para la sostenibilidad ambiental, sino también para fomentar la innovación y la resiliencia económica. España tiene ante sí el reto de acelerar su transformación, aprendiendo de los países más avanzados y adoptando estrategias que promuevan un cambio estructural hacia un futuro más circular y sostenible.